Cojín antiescaras JAY 2

Es un cojín específicamente diseñado para repartir el peso del cuerpo aliviando la presión y el dolor en puntos concretos.
De esta manera se consigue evitar la aparición de llagas o úlceras en personas encamadas, inmóviles o en silla de ruedas.

Se le llama cojín alternating, cojín antiescaras de presión alterna o cojín de aire al cojín que alterna la presión ejercida en sus celdas.
Estas celdas se inflan de aire o se desinflan según las necesidades que tiene el enfermo o encamado.

Aporta a mejorar la salud y el bienestar de quien lo utiliza aportándole un confort que le permite curar y prevenir úlceras por presión (UPPs).

Tenemos un artículo completo sobre qué son las escaras, si lo quieres leer pincha aquí. En esencia son lesiones en la piel que suceden cuando hay una presión prolongada y constante sobre la piel.

Dependerá del tipo de cojín antillagas y las calidades del mismo pero podemos decir que en general el máximo peso que soportan es de hasta 100kg. Siendo los cojines de mejores calidades y capacidades de tratar los riesgos altos de escaras.

Las personas que estén sentadas en una silla de ruedas o cualquier tipo de asiento una media de 10 horas/día o más se les sugiere que compren uno de estos cojines antiescaras.

Un cojín dinámico es un cojín de celdas de aire. Es dinámico porque el aire fluye por las celdas y va cambiando la presión del cuerpo de la persona cada cierto tiempo. Los cojines estáticos por ejemplo serían los cojines viscoelásticos para úlceras.

Dependerá del riesgo a sufrir escaras de las persona y de lo que diga el médico pero en principio con un cojín antiescaras de Nivel II serviría. Te dejamos una lista de de estos cojines aquí.

El perfil es el alto de la celda de aire y por tanto, la comodidad y propiedades anti úlceras que puede llegar a dar. Generalmente el riesgo de escaras que un cojín de celdas de aire trata, va en directa relación con el perfil del cojín.
Ejemplo: Un cojín de aire de perfil alto, como los cojines Roho, trata riesgos de escaras altos.

Estos son algunas de las acciones a tomar si tenemos bajo nuestro cuidado una persona con movilidad reducida:
– Revisión a diario del estado de la piel, prestando especial atención a las zonas de riesgo como son el coxis y las demás prominencias óseas.
– Limpieza cada 24h con agua tibia, aclarado y secado cuidadoso, procurando no friccionar en exceso.
– Cambios posturales durante el día, para ir variando los puntos de mayor presión.

–Inmovilidad: La persona no es capaz de moverse o lo hace con grandes dificultades teniendo que estar normalmente sentado.
–Incontinencia: El no controlar el aparato excretor y estar expuesto a orina y heces hace que la piel se vuelva vulnerable.
–Problemas en el flujo sanguíneo: Problemas de salud que pueden afectar al flujo sanguíneo, como la diabetes aumentan el riesgo de úlceras.
–Nutrición e hidratación deficientes: Personas con insuficiencias de líquidos, calorías y vitaminas ,entre otros, propicia la ruptura de tejidos y vulneración de la piel.